Técnicamente no es en éste momento un «paraíso fiscal». Según lo que se, esttuvo considerado de esa manera hasta hace dos años, pero sus autoridades decidieron modificar sus políticas y «abrir» la información financiera al resto de los países de la CE y el mundo. En materia de tributación, hay un término muy usado que es «opacidad». Países como Andorra y tantos otros, favorecían la creación de estructuras ficticias para triangular fondos, ganancias, etc, y esconder la identidad de los verdaderos beneficiarios que evitaban así, entre otras cosas, pagar impuestos en sus países de origen. Son maniobras harto perseguidas y combatidas por la comunidad económica mundial. En teoría, Andorra se avino a modificar sus normas para transparentar la información y evitar ser parte de este tipo de maniobras. Siguen manteniendo un nivel bajo de impuestos, pero al compartir su información, si una persona o empresa residente en otro país hace negocios en Androrra, aunque allí pague menos, luego tiene que pagar la diferencia en su país de residencia (cosa que no ocurría cuando estaban cubiertos por el «secreto bancario»).

Ahora, si una persona, como Marco, elige residir permanentemente en ese lugar, se beneficia por supuesto con una menor carga impositiva, pero no hay nada ilegal en eso ni mucho menos. Lo ilegal, simplificando, se da cuando se simula que una persona, empresa o grupo de ellas, residen en un lugar, para aprovechar las ventajas fiscales, pero en realidad no es así (o sea, sólo simulan residir).

Por otra parte, Andorra como país, pretende cambiar ese perfil de refugio financiero, de ahí que comenzó a compartir toda su información, y ha desarrollado una importante actividad turística, hay muchos casos de argentinos que van a trabajar allí en la temporada turística, principalmente en el rubro gastronómico y otros como instructores de esquí.